Entrevista a Martin Scorsese: "Gangs of New York"

(Tercera Parte)

Por Stephanie Kon Ripstein

 

¿Nos podría hablar de su siguiente proyecto, la vida de Howard Hughes?

Estoy empezando una película llamada “ The Aviator”, es una historia que se desarrolla de 1928 a 1946 en Los Ángeles y de hecho es un proyecto que me dio Leonardo Dicaprio en donde hará el papel del controversial multimillonario: Howard Hughes. Él tiene una gran obsesión de volar y nos muestra cómo va sembrando las semillas para cosechar después su propia destrucción.

¿Qué le ha dejado el hacer cine como ser humano y cómo le gustaría ser recordado en la industria?

En este negocio es un proceso sin final, nunca dejas de crecer como ser humano y aprender de ti mismo. Aunque llega a ser muy difícil, porque para mí, el ser cineasta a veces se convierte en algo muy egoísta y uno tiene que aprender de diferentes lecciones de la vida y no volverse tan egoísta. Hay películas mías que me han hecho reflexionar sobre la vida. Por ejemplo, cuando mis padres murieron, busqué consuelo en la Iglesia, sin embargo no dejé de cuestionarla. Cuando hice La cinta Kundun aprendí cosas interesantes del Budismo, como decía el Dalai Lama “puedes tomar lo que consideres de esta religión y mantener tu fe cristiana”. Usas lo que te sirve, dejas lo que no, pero tienes que dejar a un lado el orgullo y la avaricia. También uno tiene que reconocer que no es importante si nuestra línea de vida es larga o corta, lo que importa es la calidad de ésta. Para mí es reconfortante el pensar que formamos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos como el cosmos. Eso no significa que no tengo ego es enorme (ríe) pero es bueno darme cuenta que sólo tengo que encajar en el universo en vez de pelear o matar para conseguir ¿qué? ¿un millón de dólares? ¿qué haría ya con ese millón? Mis hijos ya están protegidos, mis padres ya no viven, hice lo mejor que pude con ellos. Mi hermano está muy bien. Así que sólo quedaría gastármelos (sonríe).

Además de todo esto, me ha dejado una serie de cosas más, primero la gran experiencia que te deja el trabajar con grandes actores y personas que son, de muchos he ganado una gran amistad además de equipo de trabajo. Por ejemplo tuve muchísima suerte de trabajar con Robert De Niro, descubrimos que emocional y psicológicamente estábamos muy compenetrados, además gracias a su status y celebridad (o estrella de Hollywood) pudimos hacer esas tres películas; Raging Bull, Taxi Driver y New York, New York. Hasta cuando hicimos Goodfellas, con todo y que sólo trabajó con nosotros dos semanas, esto fue lo que nos ayudó a completar el presupuesto de la película con inversionistas que nos confiaron su dinero. Y a partir de esa fecha he tenido mucha suerte con todos los jefes de los grandes estudios de Hollywood que les gustan mis proyectos y películas.

¿Qué otras metas personales aún tiene por cumplir?

Me encantaría (y este es el ego hablando) crecer como cineasta. Lo que significa que debo asumir que tenía algo de cineasta de un principio, y ya no estoy muy seguro de eso. Algunas de mis películas son muy fuertes, creo yo. Sin embargo, a veces me pregunto si todavía tengo un lugar a donde ir que no haya ido antes.

Oliver Stone en alguna ocasión me preguntó ¿qué te gustaría hacer con el cine? Estábamos bromeando mutuamente y me estaba provocando, pero tuve la audacia de contestarle “quiero hacer películas que durarán por siempre”, se rió de mí y dijo ¿haces películas para que perduren? lo que quiso decir es “tu ego está fuera de control”. Pero lo que me gustaría es que mis películas le hablen a la gente en un futuro y que signifiquen algo para ellos, aunque no sean de su época. Estoy tratando, pero es muy difícil en este mercado.

*Desde la Ciudad de Miami en Estados Unidos.

Ver además: Primera parte Segunda parte


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